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Estación de autobuses y biblioteca en Ronda (Málaga)

Concurso organizado por el Ayuntamiento de Ronda (Málaga), para la Estación de Autobuses y Biblioteca. La propuesta con el lema «Cuentos en el andén» estuvo dirigida por Miguel García-Redondo, de EXIT architects, y en ella participó Ecoproyecta mediante el desarrollo de soluciones relacionadas con sostenibilidad, eficiencia energética, integración de energías renovables y paisajismo. Dentro de los colaboradores de Ecoproyecta estuvieron el estudio de paisajismo Paraidesa y Annabella Behrens como especialista en software de análisis energético.

 

El perímetro del proyecto se encuentra limitado por la vía del tren y el acceso de los autobuses, y el solar queda fuertemente determinado por la pendiente existente.

 

Se propone para la futura estación de autobuses y biblioteca un solar cercano a la actual estación limítrofe con un instituto de secundaria, un centro de interpretación del mueble rondeño, una piscina climatizada y diverso tejido industrial. El terreno cuenta con una notable pendiente de norte a sur que termina en un fuerte talud que desciende hasta la vía del tren, la cual condiciona fuertemente el proyecto debido a los retranqueos que establece (dominio público, servidumbre y zona de afección).

Estas condiciones, unidas a la existencia de un arbolado de gran porte en el norte del solar y a la previsión de soterramiento de la vía en el planeamiento futuro, nos lleva a situar las dársenas en la zona sur del solar aprovechando los espacios de retranqueo de modo que en futuro la circulación de los autobuses pueda producirse directamente desde la nueva avenida.

 

Cubierta de paisaje vegetal

Se propone crear un tercer espacio sumado a la dualidad estación – biblioteca del programa propuesto por el concurso, un espacio verde y público en forma de jardín. Para ello se aprovecha el arbolado de gran porte ya existente en la zona norte de la parcela (fundamentalmente eucaliptos) para desde ahí crear un bosquete denso y frondoso que conecta con la gran cubierta vegetal que protege el edificio. Gracias a este jardín la ciudad disfruta de un nuevo espacio público y la estación de autobuses consigue compensar su contaminación mediante la purificación natural que ofrecen las plantas.

Ésta cubierta, principal fachada del edificio, surge de la loma del tren, ofreciendo una agradable vista velada de la estación desde la Avenida Victoria con una estructura ligera basado en un sistema de toldos que dota, junto con el arbolado caduco de gran porte en los huecos, del confort térmico necesario a las dársenas.

Una cuidada selección de especies autóctonas, o adaptadas permite un diseño del espacio vegetal con baja demanda de agua para el riego (sistema por goteo), y bajo coste de mantenimiento posterior (aspecto naturalizado).

Los apoyos de esta liviana cubierta sobre la tierra son invadidos por las plantas del entorno que ascienden sobre ella desdibujando el contorno de la misma, constituyendo de esta forma una sola entidad “cubierta-paisaje”, e integrando todo el conjunto (estación-biblioteca-jardín) como una identidad única, proporcionando además un aislamiento natural y mayor inercia térmica que una cubierta convencional.

 

 

La cubierta vegetal es la principal fachada de la propuesta, siendo su imagen más característica.

Biblioteca

El vestíbulo de la estación se concibe como un espacio atemperado con tres islas de actividad climatizadas: la administrativa de la estación (información, el área de gestión y dirección con vistas a las dársenas); la comercial y de servicios de la estación, con vistas del patio norte pudiendo extender la actividad de la cafetería hacia el exterior; y la biblioteca, la única que cuenta con dos plantas, proyectada como un espacio flexible en continuidad visual con la estación y acceso tanto desde el vestíbulo de ella como desde el jardín norte. En la planta superior de la biblioteca se sitúan los espacios de investigación y espacios para trabajo en grupo. El requerimiento de mayor aislamiento acústico y control lumínico de esta planta se resuelve con una fachada más cerrada y la utilización de claraboyas de control solar que permiten la entrada de luz difusa y homogénea.

 

Ecoproyecta - Estación de autobuses y biblioteca en Ronda (Málaga)
El vestíbulo de acceso libre queda salpicado por programas climatizados interiores.

Eficiencia energética: medidas de energía casi nula

La directiva europea 31/2010 sobre eficiencia energética en la edificación habla de la necesidad de diseñar edificios de energía casi nula, es decir, aquellos que tienen bajas demandas energéticas en sus instalaciones y además son capaces de generar energía de fuentes renovables para cubrir, al menos parcialmente, esas bajas demandas. Con ese horizonte se ha pensado este edificio, por un lado diseñando unos espacios que no requieran mucho consumo para su climatización e iluminación, y por otro dando la posibilidad de que, de forma sencilla, se pueda integrar una instalación fotovoltaica que pueda cubrir parte del consumo interno.

 

Medidas pasivas de ahorro energético.

Como estrategia general para reducir al mínimo el consumo energético y por tanto también los costes de mantenimiento de las instalaciones, se han considerado tres tipos de espacios, cada uno con sus consideraciones bioclimáticas:

1. Espacio exterior ajardinado, que permitirá regular la temperatura y humedad del entorno inmediato, purificar el aire y equilibrar el efecto albedo.

2. Espacio atemperado, protegido por una gran cubierta. Este espacio no está directamente expuesto a las condiciones climáticas del exterior, pero tampoco está climatizado, por tanto mantiene unas condiciones intermedias. Mediante estrategias bioclimáticas (ventilación natural y mecánica, sombreamiento y calentamiento puntual por radiación) conseguimos que estos espacios disfruten de una temperatura agradable casi todo el año.

3. Espacios climatizados, son los espacios cerrados tratados de forma más convencional a nivel climático. Aun así, gracias a la amortiguación que suponen los espacios atemperados, la cubierta vegetal y la eficiencia de la geotermia conseguimos que el consumo de climatización en estos espacios sea bajo.

 

Una serie de medidas de ahorro energético determinan la relación del proyecto con el sur, permitiendo un vestíbulo abierto y cambiante con las estaciones del año.

La intención es aprovechar el clima mediterráneo continentalizado de Ronda para disponer de espacios atemperados, es decir, que están protegidos de los agentes climáticos pero no necesariamente estén climatizados. Estos espacios fundamentalmente son lugares sin un uso permanente o con una actividad flexible, como son vestíbulos, terraza de cafetería y zonas de paso. Con esto conseguimos  un doble ahorro de energía en climatización, porque por un lado tenemos espacios sin climatizar pero suficientemente confortables, y por otro estos espacios atemperados hacen de amortiguación entre los espacios climatizados y el exterior, ahorrando también energía en estos espacios climatizados.

 

Con estrategias pasivas de ahorro energético se busca la temperatura más estable para los espacios interiores, en azul en los diagramas de invierno (izquierda) y verano (derecha).

Son estrategias pasivas utilizadas la propia cubierta vegetal, uso del corcho natural como aislamiento (un material natural, fonoabsorbente, no tóxico, reciclable y de procedencia regional, puesto que Andalucía es la comunidad con mayor producción de corcho nacional) y el aprovechamiento de la luz natural (ahorro energético y confort lumínico). Se han establecido dos estrategias de iluminación:

1.  Iluminación de fachada o lateral: La cubierta apoya en el suelo dejando grandes aperturas que sirven de acceso al edificio y también de entrada de iluminación natural. El programa se coloca estratégicamente de forma que se aprovecha la luz difusa de norte para la biblioteca, oficinas y cafetería. En la zona sur se colocan los andenes y allí la cubierta permite la entrada de luz de invierno (más tendida) hasta los mismos andenes, mientras que la luz de verano (más vertical) no llega a bañar de forma directa las zonas de paso peatonal.

2. Iluminación cenital: De manera selectiva se colocan una serie de claraboyas de control solar que permiten la entrada de luz difusa y homogénea en biblioteca, oficinas, vestíbulo de la estación. Este tipo de claraboyas garantizan la suficiente calidad de iluminación natural durante el día como para no necesitar alumbrado, lo cual supone un gran ahorro energético y de mantenimiento.

 

 

La propuesta se abre a sur buscando la mejor iluminación natural, con una fuerte preocupación por su eficacia energética.

La gran cubierta ayuda a controla la radiación solar directa, lo cual ayuda a que los espacios atemperados no estén expuestos a las altas temperaturas del verano, pero para garantizar su buen funcionamiento además se debe contar con una buena ventilación natural. Por ello estos espacios están abiertos al exterior, fundamentalmente al jardín. Sin embargo en invierno no interesa que estos espacios estén expuestos a los vientos predominantes. Como se ve en el diagrama de vientos los predominantes vienen de oeste, orientación hacia la cual el edificio es bastante impermeable (las entradas fundamentales son a norte y a sur).

Esta estrategia general hacia los vientos predominantes se apoya además en la apertura controlada de chimeneas en cubierta que permiten evacuar el aire caliente en verano y sin embargo almacenarlo en invierno.

 

Como medida de apoyo a una climatización eficiente, se organiza un sistema de ventilación controlada según la estación del año.

Medidas activas de ahorro energético

Para la climatización de los espacios descritos, se recurre a un sistema muy eficiente, que proporciona una climatización confortable y sana, y que además no requiere de enormes instalaciones en cubierta: la bomba de calor geotérmica con suelo radiante.

luz natural blabla

Se estudia cuidadosamente la iluminación natural de los espacios interiores en invierno (izquierda) y verano (derecha), buscando su eficacia máxima y su adecuación a los programas propuestos.

Se monitorizan las instalaciones para controlar el correcto funcionamiento, adelantarse a posibles averías y realizar un seguimiento de consumos de manera que pueda optimizarse su eficiencia; y se establece un sistema de gestión de alumbrado de bajo consumo que permita encender o apagar las luminarias en función de la cantidad de iluminación natural existente en el interior y también de la presencia de personas.

De manera similar, se organiza una gestión sostenible del agua en el proyecto, basada en la reutilización de pluviales y aguas grises, y ahorro en sanitarios.

 

Las medidas de ahorro energético adoptadas se monitorizan para analizar su eficacia en todo momento, siendo posible su reajuste de acuerdo con la demanda.

Uso de energías renovables: posibilidad de cubrir el 50% de la demanda

Una vez establecida una estrategia clara de ahorro energético, se incorpora una instalación de producción basada en fuentes renovables, reservando una superficie en cubierta, en torno a 200 m2, perfectamente orientada al sur, con capacidad para montar una instalación fotovoltaica de autoconsumo con una potencia de 30 kWp. Esto equivale a unos 45.000 kWh anuales, lo cual supondría aproximadamente cubrir más del 50% de la demanda energética global del edificio, cuya inversión podría perfectamente amortizarse en un plazo de 5 años.

 

En estos diagramas de consumos energéticos se puede observar la gran variación que se produce al aplicar estrategias bioclimáticas (arriba), o sin aplicarlas (abajo).

Uso de materiales: naturales y reciclados

Desde el inicio del proyecto, se establecen una serie de criterios medioambientales en la selección de materiales de construcción, como es la madera con certificado de tala sostenible, origen prioritariamente nacional y tratamientos de protección naturales; reutilización del gran volumen de relleno que generará el movimiento de tierras para usos de jardinería y paisajismo; hormigón con áridos reciclados para cimentación y soleras; acero con un alto porcentaje de reciclado en su fabricación; o el aislamiento térmico de corcho natural ya comentado.

 

 

 

Este concurso se engloba en un contexto político complejo, debido a que el diseño ganador, elegido por un jurado, ha sido descartado finalmente por no cumplir con una de las bases del concurso relativa a la separación mínima entre el edificio y la línea de ferrocarril que pasa por la zona. El proyecto, bautizado como Seinäjoki, ha sido diseñado por el arquitecto catalán Luis Ángel Domínguez.

Un concurso de ideas polémico desde sus inicios, que precisó un cambio en las bases después de que un arquitecto local insinuase que la licitación podría estar «amañada» y en el que el Colegio de Arquitectos de Málaga presentó un recurso de reposición al alegar «fraude de ley».

Aún no resuelto, es objeto de numerosos artículos en la prensa local (La voz de Ronda o La opinión de Málaga), debido a las numerosas irregularidades que despiertan ciertas sospechas entre el colectivo de arquitectos.

 

 

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