El I Congreso de Edificios de Energía Casi Nula (EECN) se ha celebrado durante los días 7 y 8 de mayo en el recinto ferial IFEMA de Madrid. Ha sido un evento muy denso, completo, con algunas respuestas pero también muchas preguntas respecto al nuevo modo de concebir los edificios y las ciudades en el horizonte del 2019-2020, algunas de las cuales vamos a resumir en este artículo.Ecoproyecta participó con una comunicación sobre integración arquitectónica de energías renovables y que ha sido seleccionada dentro de las 50 comunicaciones publicadas en el libro del congreso, formando parte de las únicas 3 dentro del tema de integración de energías renovables.
Enumeramos y resumimos a continuación los temas destacados del congreso a juicio de Ecoproyecta:
1. Se manifestó de manera reiterada un optimismo hacia la oportunidad de negocio que podía suponer la aplicación de la directiva europea, optimismo con el cual coincidimos parcialmente. Si bien se habló de algunas cifras económicas, éstas fueron en general bastante teóricas y quizá se echó en falta una valoración de ejemplos concretos y la amortización real de ciertas inversiones gracias al ahorro energético. En cualquier caso, pensamos que este aspecto de la problemática se trató de forma bastante completa, a diferencia de otros aspectos que quizá merecieron más atención.
2. Desde nuestro punto de vista fue escasa la lectura medioambiental de la problemática energética. No hay que olvidar que el desencadenante original de esta cuestión es el cambio climático y el impacto del ser humano en el planeta. Esta lectura tiene una base de principios filosóficos y éticos relacionados con la ecología, pero también una consideración práctica, ya que tener una visión exclusiva o fundamentalmente económica del problema nos limita a la hora de encontrar soluciones interesantes a nivel arquitectónico e ingenieril. La coyuntura económica puede fluctuar y hacer que ciertas soluciones económicamente interesantes no lo sean en otro momento. De ahí que la visión medioambiental aporta ciertos criterios más consistentes a la búsqueda de soluciones. Un ejemplo muy simple sería la reflexión sobre el aislamiento térmico: está claro que un buen aislamiento térmico va en beneficio de un mejor comportamiento energético del edificio, pero ¿debemos seguir utilizando aislamientos derivados del petróleo? Si a la solución económica del aislamiento le añadimos una reflexión medioambiental descubriremos que hay en el mercado un gran abanico de materiales alternativos a los derivados del petróleo que además de ser más sanos también fomentan el desarrollo de una economía local.
3. Se suele decir que la sostenibilidad tiene tres patas: Economía, Medio Ambiente y Sociedad. Esta última fue también una perspectiva del problema energético que no se trató mucho en el congreso. Sin embargo sí se comentó en algún momento la necesidad de tener en cuenta al ciudadano, al usuario final y lo importante de un comportamiento razonable. Sin la implicación del usuario en esta problemática no serán posibles las buenas soluciones técnicas. Habría sido interesante por tanto incorporar alguna ponencia que incidiera en la participación ciudadana, la divulgación, la educación, en definitiva en la consideración del usuario como un agente fundamental en la definición de un EECN.
4. Un tema interesantísimo del que se habló, sobre todo en la primera parte del congreso, y que merece una mayor profundización es el diseño del edificio dentro de una red distribuida de energía. Parece que todo tiende hacia este modo de trabajo que introduce nuevas variables en el diseño urbanístico. El esfuerzo de ahorro energético en un solo edificio es una tarea titánica, pero la ayuda que supone el funcionamiento en red a la hora de compensar consumo y producción nos acerca más a la solución de un Edificio de Energía Casi Nulo, o más bien de un Barrio de Energía Casi Nulo.
5. Por último, lanzamos una una propuesta concreta que consideramos una conclusión del congreso. Se habló de la importancia de la monitorización de experiencias construidas para obtener datos que nos ayuden a sacar conclusiones. También se vieron varios ejemplos de proyectos que incorporaban la monitorización, como fue el proyecto PRAE de Jorge Guerra o los prototipos del CIEMAT presentados por Roberto Bosqued. Ecoproyecta también ha dirigido un proyecto para la Universidad de Murcia en donde se está monitorizando una fachada energética para conocer su funcionamiento y poder así optimizar las variables que integra. Sin embargo todas estas experiencias son esfuerzos dispersos que podrían capitalizarse mucho mejor si se coordinara la información obtenida para hacerla pública. Para ello la propuesta sería crear un portal en internet que coordinara y centralizara la información monitorizada de todos estos proyectos en España, creando un gran Centro de Coordinación de Datos Energéticos para la Edificación. Este centro no sólo nos permitiría conocer experiencias similares a las que cada profesional se está enfrentando, sino también debería ser un espacio de referencia para obtener datos climáticos de la diferente geografía nacional: desde datos de temperatura de suelo y aire, hasta de precipitación o humedad. Actualmente esta información está muy diseminada e incompleta, teniendo que recurrir a diversas fuentes que muchas veces no están actualizadas, así que sería muy interesante que el centro pudiera gestionar de forma clara y precisa una información que el profesional de la arquitectura y la ingeniería hoy en día necesita tener sobre su mesa de trabajo. Tanto el CIEMAT como el Grupo Tecma Red podrían ser dos lugares desde los cuales gestar una iniciativa como ésta.