Se presenta este proyecto con el objetivo de resolver problemas de filtración de agua en los lucernarios existentes, y se desarrolla finalmente como una rehabilitación energética que no sólo responde a la impermeabilización de la cubierta, sino que mejora notablemente las condiciones lumínicas y climáticas aportadas por esta nueva envolvente del edificio con criterios de intervención sostenible.
Este proyecto se engloba en una intervención general en la Facultad de Economía y Empresa de la UMU en la que también se ha intervenido en la fachada, la creación de nuevas aulas con criterios sostenibles o una pérgola textil de protección solar en cubierta.
La Facultad de Economía y Empresas del Campus de Espinardo es un edificio de diseñado por los arquitectos Enrique Carbonell Meseguer, Carlos Jurado Ceballos y Juan Antonio Sánchez Morales. El proyecto es del año 1996, mientras que su construcción terminó en el año 1999.
El esquema general del edificio se resuelve con cuatro bloques en pastillas horizontales (norte-sur) que se cruzan con dos bloques verticales orientados norte-sur. El conjunto es de forma rectangular y muy definida en planta.
El bloque norte-sur situado a poniente alberga el espacio de comunicación central del edificio, un lugar muy característico en donde confluyen pasillos, distribuidores, pasarelas y zonas comunes comunicadas en altura sin divisiones horizontales marcadas, a modo de un gran patio interior cubierto.
La iluminación natural en este punto de la Facultad es decisiva y, hasta ahora, se ha realizado a través de tres lucernarios situados en la cubierta de la planta cuarta de este bloque norte-sur, quedando visibles desde la quinta y última planta de los bloques este-oeste. Con el transcurso del tiempo los lucernarios han dado una serie de problemas que dan sentido a este encargo:
- Goteras. Dado el elevado número de juntas que existen y la escasa pendiente de evacuación del plano de los vidrios, se producen retenciones de aguas en superficie que, sumado al envejecimiento del sellado, provocan filtraciones de agua al interior.
- Pérdida de efectividad en la iluminación por la acumulación de polvo y partículas que nunca abandonan la superficie por la pendiente casi plana de evacuación.
- Escaso o nulo mantenimiento y limpieza, debido a que los lucernarios no tienen previsto ninguna pasarela superior de mantenimiento y el paso por encima de ellos conlleva un riesgo de caída importante.
- Elevada incidencia de radiación solar durante todo el año, y especialmente en verano, que traspasa fácilmente al interior provocando una subida de temperatura notable y un gasto en refrigeración mayor.
El objeto de este proyecto es dar solución a los problemas previamente descritos, intentando aportar nuevos componentes de diseño que permitan mejorar el rendimiento térmico global del edificio. La solución propuesta consiste en retirar los elementos envejecidos y deteriorados y colocar unos lucernarios nuevos, diseñados para que reduzcan al mínimo las posibilidades de que se repitan las mismas patologías, así como incorporar un diseño mejorado que incluye un control del impacto solar y consigue una iluminación selectiva para cada estación del año y momento del día.
Los lucernarios que van a sustituir a los existentes no son superficies planas, sino que están diseñados en forma de casetón tridimensional. La superficie transparente es sólo la superior, siendo el resto opaca de lámina de caucho EPDM. La parte superior queda por encima de la estructura de apoyo hasta un metro, dependiendo de la atura que haya adquirido en ese punto el canalón de aguas pluviales que se encuentra en la base de los lucernarios.
El canalón se forma a base del mismo material y en continuidad con el mismo sistema constructivo por todo el perímetro de los lucernarios, formando una película homogénea y continua que asegura estanqueidad y aislamiento. La parte acristalada es únicamente la superior, y está inclinada lo suficiente como para evacuar las aguas con facilidad y evitar retenciones y sus patologías derivadas.
Cada lucernario está orientado a un eje cardinal concreto, teniendo en cuenta la iluminación selectiva que busca, ya sea de levante, mediodía o poniente. También hay un tipo de lucernarios orientados a norte para evitar la sombra de las fachadas que tienen anexas.
La estructura de los casetones está formada por un armazón de perfiles tubulares de diferente sección que apoya sobre la estructura portante del edificio (perfiles HEB) a través de un perfil laminado en L para homogenizar los apoyos, evitar asientos inclinados y problemas en los junteados. Se contempla el reciclaje de perfiles tubulares existentes para, al menos, dos de los tres conjuntos de lucernarios. Se desmontarán y se procesarán en taller.
Otro aspecto importante de diseño es la superficie interior de los casetones. La luz interior de cada lucernario se resuelve con dos costillas (cerchas no trianguladas) longitudinales donde también apoyan los cristales. Toda la estructura interior, incluyendo estas cerchas, va forrada de paneles de madera lacados en obra de diferente color, dependiendo de la orientación del lucernario, para reflejar la luz directa que reciben con esa tonalidad adquirida en la reflexión sobre el ambiente.
El último aspecto importante del diseño son las lamas orientadas que se incorporan en la parte inferior de cada uno de los lucernarios. Unas pletinas de aluminio fijas y orientadas según el lucernario seleccionan el tipo de iluminación óptimo para cada hora del día.
Proyecto: Reforma de lucernarios para la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia
Fases: Proyecto básico y de ejecución en 2011. Obra terminada en 2012
Promotor: Universidad de Murcia
Colaboradores: Aparejadores: Juan Antonio Pérez Mateos y Juan Carlos Molina Gaitán.
Estudio bioclimático: CAT Colegio Oficial de Arquitectos de Murcia
Fotografía: Gabriel López – Fotoespacios